MODELO
PEDAGÓGICO: LO QUE LLEVO EN MI MOCHILA
¿EL
CUENTO DE NUNCA ACABAR?
"La familia es base
de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los
valores que les guían durante toda su vida."
Juan Pablo II
¿Por qué los niños de nuestras aulas de clase
no actúan conforme a unos valores éticos adecuados? ¿Por qué le faltan al
respeto a sus compañeros, docentes y
hasta a sus mismos padres? ¿En qué estamos fallando como formadores? ¿Qué está
pasando con la formación integral de lo educando? Estas son algunas de las
preguntas que diariamente nos hacemos al ver estas situaciones en los niños,
pero la principal pregunta que nos debiésemos hacer es ¿Qué puedo hacer para
transformar esta realidad?
En primer lugar debemos
caer en la cuenta que la educación no solo está en manos de los docentes, pues
el primer proceso de formación lo inicia
la familia, núcleo de la sociedad; en esta célula social es justamente donde se ponen las bases sólidas
que sostendrán una vida y una sociedad. Estas están llenas de valores,
principios, hábitos, buenos modales, etc. El carácter y la personalidad
se moldea con las actitudes y comportamientos de las personas que brindan la
formación en el hogar, bien sea los padres u otros familiares, sus conductas
como lo que dicen y hacen o lo que dejan de decir o hacer, cada gesto,
comentario son de gran influencia en la
formación de principios y valores. Si las personas que brindan una
formación son coherentes con lo que hacen y dicen los niños podrán desarrollar
una personalidad más firme que cuando los formadores dicen una cosa y hacen
otra.
Dichas bases se han visto fragmentadas;
haciendo una analogía a una cadena, se
ha roto algunos eslabones que los justificamos con las circunstancias tales
como: el trabajo, puesto que muchos padres delegan el cuidado de sus hijos a
sus vecinos o familiares quienes no tienen el por qué ni la responsabilidad de
educar hijos ajenos; al crecer estos niños en este ambiente muchos no adquieren responsabilidades
trayendo al mundo nuevos niños aun sin
ellos dejar de serlo y sin la suficiente formación, educan a estos nuevos niños
en un ambiente más libertino, sin valores.
Estos niños y jóvenes al llegar a una
Institución comienzan a sentir presiones sociales y de valores diferentes a los
formados en el hogar ponen a prueba lo ya aprendido, si estos no son los
adecuados se tornaran
en un problema porque allí hay una mezcla entre niños con valores fundamentados y niños si ellos y no por eso
estos últimos deben de ser relegados, discriminados por la comunidad educativa.
Una de las acciones que normalmente se toma como correctivo son los castigos,
suspensiones y llamados de atención y en última instancia al no ver ningún
progreso se llega a decir “dejen que la vida le enseñara” y los ignoramos o les
acolitamos muchas de sus acciones con tal de no amargarnos la existencia y la
vida de los demás alumnos.
Como maestros, líderes y modelos de
valores, tenemos la posibilidad de reforzar lo formado en el hogar, pero no
sustituirlo, lo que sí podemos y debemos hacer como formadores es, centrar más la atención en
esta problemática y no dejar de lado estos casos, pues debemos conocer a
fondo el por qué determinado niño actúa así y buscar la forma de
ayudarlo a salir adelante dándole confianza, amor, mostrándole otro camino para
realizar las cosas, haciéndole sentir que es importante para sus compañeros, familia y la sociedad; si no lo hacemos estamos
condenándole a un vida llena de
obstáculos y dificultades para desarrollarse como una persona integral.
Dentro la educación pública, los docentes
hemos dejado de lado el área de Ética y Valores, incluso mezclándola con el
área de Religión y haciendo que la
justifiquemos con la libertad de expresión y de elección es decir el niño y los
padres pueden elegir si la toman o no
según sus creencias, la causa de eso siempre será en que habrá un relativismo ético y religioso
porque usted piensa y actúa así porque pertenece a dicha religión y el otro se
justificara diciendo que pertenece a otra o a ninguna; en conclusión la
formación ética la evadimos porque llegamos a la conclusión valga la redundancia
a que cada uno hace su vida como quiere.
Por tal motivo no debemos olvidar que el área
de ética y valores es fundamental en la
formación integral de los educandos, siendo aún más
importante que las áreas fundamentales, pues la educación no se trata de llenar
una cabecita de conocimientos sino de educarlos para la vida en sociedad, ya
que somos seres sociables y no individuales, todo lo que hagamos o dejemos de
hacer incluirá al que está a mi lado. Debemos de tomar conciencia que esta
sociedad se transforma con esfuerzos que
van más allá de lo humano incluso la fe misma, pues el más pequeño
cambio que se produzca en uno de estos niños será el más grande logro social
que se pueda obtener así muchos no lo miren y comprendan.